¿A quién, Mercedes, sino a ti Lucero?
de este mi dulce atardecer, pudiera
pedir, para mi soñosa primero
de lagrima y canción benigno alero?
¡Si todo es tuyo en mi en soñar primero
y en mi fuerza viril, si estas entera
en las tribulaciones de mi espera,
y en mis ansias de nautas y romero!
Tú,la paz ....tú la luz.... tú la fontana
tú la celeste Atlántida... y la humana...
tú el encantado lago de paulina.
¡Gracias,mujer.... desde su nicho escaso,
mi madre, todo amor, te sede el paso.
¡Caminemos!... la noche se avecina.
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