Acostúmbrate, John, a verlas por el periscopio
de mármol, a palparlas
desde ahí tan lejos en tu escafandra
de raso,
ah y por liturgia
aunque sea sábado y sigas
teniendo 22 tocando
durmiendo toca hasta el fin,
estremecimiento de diamante,
no
huelas la locura de estas rosas.
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